Claves de Abundancia 1: Ecuaciones Cruzadas.
Si querés más libertad, dinero, clientes, alumnos, viajes por el mundo, o cualquier cosa que desees crear con tu negocio, acá enseño una Clave que siempre me ha ayudado a crear más Riqueza.
¡Hola!
Puede que sea la primera vez que entrás a Fuego Alquímico.
Si es así, ¡te doy la bienvenida!
Mi nombre es Valentín.
Escribo Fuego Alquímico porque soy co-creador de varias empresas y me gusta trabajar en ellas a través de un enfoque espiritual, y me interesa hacerlo particularmente a través del Arte de la Alquimia.
En estos años, he logrado algunas cosas que para muchos emprendedores son imposibles: llegar con mi producto a cientos de miles de personas, facturar más de medio millón de dólares “online”, colaborar con mis grandes referentes y tra-viajar por más de 11 países.
Fuego Alquímico es un lugar especial donde deseo compartir mis experiencias y aprendizajes emprendedores, anécdotas personales y estrategias con más profundidad.
Además de Fuego Alquímico, dirijo la Escuela de Negocios con Propósito -que nace a través de mi primer gran empresa Reinvención Inteligente-, la Agencia Índigo y el Retiro para emprendedores “Destino Álmico”, junto a mi fiel compañera Agostina.
¿Quién lee Fuego Alquímico?
Fuego Alquímico está especialmente dirigido a Emprendedores y Emprendedoras que deseen encontrar nuevas ideas y soluciones nuevas -a través de la Sabiduría Alquímica- a los problemas de siempre:
+ Falta de Claridad, Orden y Confianza.
+ Falta de un paso-a-paso claro para emprender.
+ Imposibilidad a la hora de lograr metas y sueños realmente grandes.
+ Falta de clientes y ganancias financieras o problemas que les impiden escalar.
¿Cómo funciona el Fuego y por qué suscribirte?
Podés participar en Fuego Alquímico y recibir lo que aquí escribo de dos maneras: suscribiéndote de manera gratuita o siendo suscriptor pago.
Con tu suscripción gratuita accedés a un Artículo cada sábado, que está disponible gratuitamente por 48 horas.
Si querés acceder a artículos más completos y profundos, Mini-books y artículos guardados, suscribite pagando $11 dólares por mes acá.
Aclaración: aunque ya no me gusta ni me parece precisa la palabra Abundancia, la uso en estos artículos por motivos simples: con esa palabra la gente se refiere a cuestiones como Riqueza y Prosperidad integral.
No me gusta porque abundancia significa eso: grandes cantidades de algo. Abundancia también puede ser abundancia de problemas, de malos hábitos, de desorden.
La Historia de Muchos.
A todos nos pasa en algún momento.
“Quiero ser nómada digital, trabajar desde mi laptop mientras recorro Tailandia, pero no tengo el dinero”.
“Quiero brindar un Taller presencial, pero la gente no se suma -no tengo los participantes-, y no sé si contratar el auditorio o no”.
“Me muero de ganas de comprar tal Curso, pero como está la economía de mi país hoy en día, imposible”.
Las historias de emprendedores suelen iniciar así la mayoría de las veces:
Emprendedores que Desean algo, pero no tienen tal otra cosa que consideran Imprescindible para concretar ese deseo.
¿Es eso un problema?
¿Es un problema que en algún momento te des cuenta de que te falta algún recurso?
Por supuesto que no.
Lo problemático serían tres cosas:
Nunca asumir que eso te falta y no lo tenés.
Asumir que eso te falta es la clave para tu crecimiento como emprendedor, y el crecimiento de tu negocio.
Porque ahora, asumiendo que eso te falta, podés proponerte crearlo, conseguirlo, hacer un plan y llevarlo adelante para conquistar ese área que todavía no conquistaste.
El emprendedor que se estanca es ese que piensa “ya está, con esto me conformo. No hay nada más que quiera hacer para mejorarme, mejorar mi negocio ni mejorar el mundo”.
Y el segundo problema, que es el que hoy me propongo ayudarte a resolver, es:
Como tal cosa te falta, entonces no hacés eso que querés.
Ejemplos hay miles:
Marta, que hace dos años dice que “Le encantaría viajar a Europa, pero no tiene tiempo”.
Juancito, que hace años “quiere comprarse ese Curso para aprender a hacer Inversiones y ganar más dinero, pero no tiene el dinero para comprarlo”.
Daniel, que trabaja todo el día de sol a sol, pero “no tiene el capital ahora para invertir en contratar personal… ¿De dónde saco el dinero para pagarles?”
Y el tercer problema, más heavy aún, es el de Emprendedores que se mantienen toda la vida así, no haciendo lo que desean porque no tienen la prosperidad “necesaria para eso”, y, justificados en eso, tampoco crean más prosperidad.
“Yo no cobro más de lo que yo podría pagar”
(¿Quién y en qué Universo te enseñó eso?)